sábado, 5 de noviembre de 2011

Ejemplo de contextos e idea central


TRABAJO DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA
¿Qué es lo que el autor del libro comunica a través de este pasaje? ¿Por qué comunica eso? ¿Para qué lo comunica?

AUTOR, DESTINATARIOS Y CIRCUNSTANCIAS
El libro de Josué, junto con los libros de Jueces, 1 y 2 Samuel y 1 y 2 Reyes, hace parte de lo que se ha llegado a conocer como la historia deuteronomista. Estos libros tal como los tenemos hoy día surgen durante el exilio; el objetivo es mostrar a los israelitas exiliados como Dios les regaló la tierra de Canaán y ellos por su violación de la Ley de Dios la perdieron. En un sentido estos libros constituyen una crítica interna de Israel con el propósito de leer la historia judía a la luz del Deuteronomio.

CONTEXTO INMEDIATO
En el contexto inmediato de este pasaje encontramos dos historias muy importantes; en el contexto anterior encontramos la historia de la circuncisión y la celebración de la pascua en Gilgal. El autor nos señala que la circuncisión tiene lugar porque los israelitas que habían nacido en el desierto no estaban circuncidados (esto a la luz de Génesis 17 es la señal de ser israelita); así pues lo que tenemos es obediencia a las leyes de Dios. Sin embargo lo más interesante está en 5:13-15; Josué tiene un extraño con un personaje que se identifica “Príncipe del ejército del Señor” y la idea que da este texto es “El Señor ha enviado sus ejércitos personales para pelear las batallas que Israel tiene por delante”.
En el contexto posterior la historia es bien diferente. Después de la proeza de conquistar Jericó (algo bastante difícil), Israel tiene por delante una batalla bastante pequeña “Hai” dos mil o tres mil hombres eran suficientes para la batalla; sin embargo el pueblo es derrotado; la razón: Israel ha desobedecido a Dios, o más específicamente Acán desobedeció a Dios. Después de limpiar el pecado Israel logra reducir a Hai y ganar una nueva batalla.

IDEA CENTRAL // MENSAJE
Este pasaje de la Escritura nos relata la forma milagrosa en que los Israelitas tomaron la ciudad de Jericó. El autor nos comunica que Israel no es quien gana sus batallas pues Dios mismo es quien planea, pelea y gana las victorias de Israel (esto es también afirmado por el contexto inmediato del pasaje en el cual Josué tiene un encuentro con el Príncipe de los ejércitos de Jehová). El texto empieza comunicándonos que Jericó estaba cerrada y enfatiza “bien cerrada”; de ahí se nos dice la estrategia dada por Dios a Josué y la obediencia de Josué a la misma. Notemos el contraste entre los versos 1 y 2 “Cerrada, bien cerrada” y “Jehová dijo”.
Creo que el autor comunica esto porque quiere mostrarnos la imposibilidad militar de Israel de ganar la tierra prometida; Israel no toma la tierra por su fortaleza militar sino por su obediencia a Jehová (nótese la forma en que Josué siga al pie de la letra la estrategia dada por Dios en los versículos 2b-5).  Este pasaje se escribe para animar a Israel a permanecer obediente a Jehová; esta obediencia en el pasado hizo de Israel un pueblo victorioso y en el presente y futuro también lo puede hacer.
Los judíos en el exilio necesitan redescubrir lo que los hace fuerte como nación; la respuesta del autor es “nada, Israel no es fuerte”, o por lo menos no en los términos de su época: militarmente. Sin embargo eso no es lo que cuenta, no es lo importante. Israel lo que debe hacer es ser obediente, al pie de la letra, a Dios, seguir sus instrucciones y entonces volver a constituirse como nación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario