sábado, 12 de noviembre de 2011

Ejercicio de interpretación


Nehemías 2:1-10

CONTEXTO HISTÓRICO
¿Quién escribió este texto?
Nehemías es un libro independiente según nuestro pensar; pero, originalmente éste y Esdras eran una sola obra; así aparecen en el Talmud Babilónico. La nota del Texto Masorético que aparece al final de cada libro del AT, no está al final de Esdras, sino de Nehemías; hace la cuenta de los versículos de ambos libros y ubica la mitad en Nehemías 3:32. El contenido mismo hace notar esta unidad.
Determinar el autor y la fecha de Esdras-Nehemías es difícil porque el nombre del libro no corresponde necesariamente al autor, si no a su personaje principal. En la historia de su interpretación se han señalado tres posibilidades: Según el Talmud, Esdras escribió Esdras-Nehemías y Crónicas; otros argumentan que Esdras y Nehemías escribieron respectivamente los libros que llevan sus nombres. Una tercera posición dice que Crónicas y Esdras-Nehemías son de un mismo autor, diferente a Esdras, a quien se ha llamado “el cronista”.
En este trabajo adoptaremos la idea que Esdras-Nehemías se escribió por un solo autor, quien trabajó en una fecha cercana a los hechos que se narran en los libros; este autor uso cartas, listas, las memorias de Esdras y Nehemías y otra documentación histórica para escribir su obra.

¿A quién se le escribió este texto?
Esdras-Nehemías, siguiendo lo que hemos mencionado en el último párrafo, se les escribió a los descendientes de quienes volvieron del exilio; es decir, el libro es para una segunda generación de judíos que retornaron y que ahora contemplan una nueva sociedad y una nueva ciudad de Jerusalén reconstruida.

¿Cuáles eran las circunstancias específicas que estaban viviendo el autor y los destinatarios que motivaron la escritura del texto?
Los judíos sufrieron la caída de Jerusalén en 586 a.C., con ello vino la matanza de parte del pueblo, la destrucción de las murallas, el saqueo e incineración del templo salomónico y la deportación de 4.600 de los habitantes de la ciudad (Jer 52:30). Los exiliados sufrieron humillantes burlas de sus captores (Sal 137), y el recuerdo de su ciudad destruida; los que quedaron soportaron desorden administrativo, pobreza, luto y otros males que dejó la guerra.
Años después su verdugos, el imperio babilónico, entró en decadencia, lo cual permitió el surgimiento del imperio persa. Bajo este nuevo poder se dio el edicto de Ciro (Esdras 1:2-4 y 6.3-5) que permitió el regreso a Jerusalén de los judíos que desearan reconstruir el templo; ordenó que quienes no regresaran, ayudaran económicamente; comprometió al gobierno persa a ayudar económicamente; y decretó la devolución de los tesoros del templo. De esta manera inició un periodo de restauración para el pueblo judío. El regreso se dio en tres jornadas; la primera a cargo de Sesbasar, reemplazado después por Zorobabel; las otras dirigidas por Esdras y Nehemías. Esta generación cumplió su propósito de restaurar la ciudad de Jerusalén a pesar de la fuerte y constante oposición por parte de sus vecinos.
                Muy posiblemente los destinatarios y el autor pertenecen a la generación de judíos que recibió una Jerusalén restaurada arquitectónica y socialmente; son parte de una sociedad más organizada que debe leer su historia reciente para no olvidar los hechos fundamentales de su restauración como nación.

¿Qué asuntos culturales hay en el pasaje?
                “Un día, en el mes de nisan”.  El mes de Nisan va de mediados de marzo a mediados de abril; recordemos que en el capítulo anterior se dice que él recibió las noticias en el mes de quisleu, éste va de mediados de noviembre a mediados de Diciembre. Así pues tenemos que han pasado cerca de cuatro meses desde la oración hasta la respuesta.
                “Año veinte del reinado del reinado de Artajerjes” Hubo tres reyes persas llamados Artajerjes; posiblemente éste es Artajerjes I que reinó del 465 a.C. hasta el 424 a.C.; así pues que el año veinte correspondería al 445 a.C.
                “él nunca antes me había visto triste”. El protocolo exigía que los que se presentaban delante del rey tuvieran buena apariencia (Dan 1. 5-19); así pues, la expresión de Nehemías no es debida ante el rey.
            
CONTEXTO LITERARIO
El pasaje en  estudio cuenta el encuentro que tiene Nehemías con el rey Artajerjes, su jefe, y la respuesta positiva de este para que vaya a Jerusalén y ayude en la reconstrucción.

¿Por qué es correcto separar este texto de lo anterior?
El pasaje anterior, 1:1-11, trata sobre las noticias que recibe Nehemías de parte de su hermano Jananí y la reacción de dolor y oración de Nehemías. Así pues se observa que estamos en una escena distinta a la del pasaje que estudiamos.

¿Por qué es correcto separar este texto de lo posterior?
El texto posterior 2:11-20 empieza con una indicación de tiempo “tres días después”, esto nos indica un cambio; por otra parte nos cuenta hechos que tienen lugar en Jerusalén, así que tenemos un cambio de escenario; por último los hechos corresponden a otros sucesos. Todo esto nos permite separar el texto.

¿Quiénes otros separan el texto de lo anterior y posterior de la misma forma que yo?
La Biblia Nueva Versión Internacional, la Reina Valera de 1960 y Samuel Pagán en su comentario de Nehemías, siguen la misma división que estamos dando.

¿Qué relación existe entre este pasaje y el anterior?
El pasaje anterior, como se mencionó previamente, contiene una oración; en ella Nehemías pidió literalmente “Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del rey” 1:11; así pues, lo que tenemos en nuestro pasaje es la respuesta de Dios a su oración.

¿Qué relación existe entre este pasaje y el posterior?
En 2:1-10 Nehemías expone al rey Artajerjes su deseo de ir, si así él se lo permite, a Jerusalén para trabajar en reedificar la ciudad (2:3-5). Lo que vemos en 2:11-20 es que Nehemías hace una inspección de las murallas y puertas, y anima al pueblo para que se empiece a hacer el trabajo.

GÉNERO LITERARIO
El libro de Nehemías es historia teológica; es decir, es la historia de las actuaciones de Dios y del pueblo de Dios. Dentro de ella encontramos diversas fuentes: memorias, listas y narración en tercera persona.

IDEA CENTRAL
¿Cuál es la idea central que este pasaje comunica? 
                El autor por medio de este pasaje resalta cuatro ideas: Dios respondió la oración de Nehemías en 1:11; Dios está actuando en favor de su pueblo 2:8; se resalta la valentía de Nehemías al arriesgar su vida delante del rey; se muestra que esto no se hará sin problemas 2:10. En resumen podemos decir que este pasaje dice “A pesar de todas las dificultades y la oposición, Jerusalén fue reconstruida porque Dios estaba actuando en favor de ella y hubo un hombre que estuvo dispuesto a dar su vida”.

¿Por qué crees que el autor quiso comunicar esa idea a sus destinatarios?
Creo que por medio de este pasaje el autor quiso recordarles a su audiencia que Israel le debía su nuevo resurgir a la intervención de Dios y al actuar de próceres que dieron mucho por ello; este mecanismo confronta al lector con una pregunta ¿Y nosotros qué?


BIBLIOGRAFÍA
PAGÁN, Samuel, Comentario bíblico hispanoamericano: Esdras, Nehemías y Ester, Caribe, Miami, 1992.
WALTON, John, et. al. Comentario del contexto cultural de la Biblia Antiguo Testamento. Mundo Hispano, El paso, 2004.
WILLIAMS, Gary, Comentario Bíblico Hispano, Tomo 7: Esdras, Nehemías, Ester y Job, Mundo Hispano, El Paso, 2005.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Actividad sobre Idea central

Buenos días. Disculpen la demora; a continuación coloco el texto para encontrar la idea central; es Marcos 2:1-12.



2:1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. 2:2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 2:3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 2:4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:
Hijo, tus pecados te son perdonados.
2:6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: 2:7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
2:8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo:
¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 2:9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 2:10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 2:11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
2:12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.



Recuerden las claves mencionadas en clase:
1. ¿Cómo comienza y cómo termina?
2. ¿Cómo se puede dividir el texto?
3. ¿Qué conceptos, palabras e ideas se repiten?
4. Fijarse muy bien en los detalles.


Otros elementos que ayudan son:
5. ¿A qué se le dedica más atención? Es decir, ¿qué tiene más espacio?
6. Descubrir cómo se relaciona este texto con lo que le precede y lo que le sigue; es decir, cuál es el tema que Marcos está tratando en la sección.


El ejercicio consiste en responder dos preguntas:
a. ¿Cuál es la idea central?
b. ¿Por qué se quiso comunicar esa idea?


Si tienen preguntas pueden publicar un comentario y con gusto se los responderé.


John Jairo Leal

lunes, 7 de noviembre de 2011

Diccionario de Interpretación bíblica

Les comparto un link donde pueden ver un diccionario de interpretación bíblica del cual el editor principal es Kevin Vanhoozer; él hoy por hoy es una de las principales autoridades en este campo de estudio. Lamentablemente el recurso sólo esta disponible parcialmente y en inglés. Pero puede servirle a algunos.

http://books.google.com.co/books?id=I8UWJohMGUIC&printsec=frontcover&dq=Dictionary+for+Theological+Interpretation+of+the+Bible&hl=es&ei=Hni4TrOkNNK4tgeL9_nlAw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCoQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false

sábado, 5 de noviembre de 2011

Video sobre errores exegéticos 2

Estudiantes este link contiene la segunda parte del video sobre errores exegéticos. Espero que puedan tener tiempo para verlo.




http://www.youtube.com/watch?v=dAsKAGLlaxo



Ejemplo de contextos e idea central


TRABAJO DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA
¿Qué es lo que el autor del libro comunica a través de este pasaje? ¿Por qué comunica eso? ¿Para qué lo comunica?

AUTOR, DESTINATARIOS Y CIRCUNSTANCIAS
El libro de Josué, junto con los libros de Jueces, 1 y 2 Samuel y 1 y 2 Reyes, hace parte de lo que se ha llegado a conocer como la historia deuteronomista. Estos libros tal como los tenemos hoy día surgen durante el exilio; el objetivo es mostrar a los israelitas exiliados como Dios les regaló la tierra de Canaán y ellos por su violación de la Ley de Dios la perdieron. En un sentido estos libros constituyen una crítica interna de Israel con el propósito de leer la historia judía a la luz del Deuteronomio.

CONTEXTO INMEDIATO
En el contexto inmediato de este pasaje encontramos dos historias muy importantes; en el contexto anterior encontramos la historia de la circuncisión y la celebración de la pascua en Gilgal. El autor nos señala que la circuncisión tiene lugar porque los israelitas que habían nacido en el desierto no estaban circuncidados (esto a la luz de Génesis 17 es la señal de ser israelita); así pues lo que tenemos es obediencia a las leyes de Dios. Sin embargo lo más interesante está en 5:13-15; Josué tiene un extraño con un personaje que se identifica “Príncipe del ejército del Señor” y la idea que da este texto es “El Señor ha enviado sus ejércitos personales para pelear las batallas que Israel tiene por delante”.
En el contexto posterior la historia es bien diferente. Después de la proeza de conquistar Jericó (algo bastante difícil), Israel tiene por delante una batalla bastante pequeña “Hai” dos mil o tres mil hombres eran suficientes para la batalla; sin embargo el pueblo es derrotado; la razón: Israel ha desobedecido a Dios, o más específicamente Acán desobedeció a Dios. Después de limpiar el pecado Israel logra reducir a Hai y ganar una nueva batalla.

IDEA CENTRAL // MENSAJE
Este pasaje de la Escritura nos relata la forma milagrosa en que los Israelitas tomaron la ciudad de Jericó. El autor nos comunica que Israel no es quien gana sus batallas pues Dios mismo es quien planea, pelea y gana las victorias de Israel (esto es también afirmado por el contexto inmediato del pasaje en el cual Josué tiene un encuentro con el Príncipe de los ejércitos de Jehová). El texto empieza comunicándonos que Jericó estaba cerrada y enfatiza “bien cerrada”; de ahí se nos dice la estrategia dada por Dios a Josué y la obediencia de Josué a la misma. Notemos el contraste entre los versos 1 y 2 “Cerrada, bien cerrada” y “Jehová dijo”.
Creo que el autor comunica esto porque quiere mostrarnos la imposibilidad militar de Israel de ganar la tierra prometida; Israel no toma la tierra por su fortaleza militar sino por su obediencia a Jehová (nótese la forma en que Josué siga al pie de la letra la estrategia dada por Dios en los versículos 2b-5).  Este pasaje se escribe para animar a Israel a permanecer obediente a Jehová; esta obediencia en el pasado hizo de Israel un pueblo victorioso y en el presente y futuro también lo puede hacer.
Los judíos en el exilio necesitan redescubrir lo que los hace fuerte como nación; la respuesta del autor es “nada, Israel no es fuerte”, o por lo menos no en los términos de su época: militarmente. Sin embargo eso no es lo que cuenta, no es lo importante. Israel lo que debe hacer es ser obediente, al pie de la letra, a Dios, seguir sus instrucciones y entonces volver a constituirse como nación.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Video sobre errores exegéticos

Estudiantes les anexo un link donde encontrarán un video que señala los principales y más comunes errores exegéticos que se comenten.

http://www.youtube.com/watch?v=WBvupqZKXGM&feature=related


Interpretación del Antiguo Testamento


  1. Interpretación del AT
Lectura recomendada:
MARTÍNEZ, J. M. Interpretación del Antiguo Testamento. p. 237-260 EN: Hermenéutica Bíblica. Terrasa, Barcelona : CLIE, 1984. 586 p.

Durante el bimestre pasado se habló de los parámetros generales que se deben tener en cuenta para la correcta interpretación de la Escritura. Sin embargo, un lector novato de la Biblia puede distinguir que en ella no se encuentra un cuerpo único de literatura, sino que alberga una gran diversidad de géneros literarios. Notar esta diferencia es el primer paso que se debe dar para afinar mejor la interpretación.

La afirmación anterior se percibe de manera inmediata al comparar los Testamentos que en ella se encuentran: Antiguo y Nuevo. Cada uno de ellos tiene su propia personalidad, y a pesar de la obvia relación entre ellos, sus peculiaridades son importantes a la hora de interpretarlos.

Ahora bien, en este punto se disertará sobre la interpretación del Antiguo Testamento, pues ésta ha producido un sinnúmero de dificultades desde el comienzo de la era cristiana. Las dificultades mencionadas se presentan al comparar el Antiguo y Nuevo Testamento, pues para algunos es evidente que existen grandes diferencias entre ellos. A este respecto Martínez[1] señala que han existido tres formas básicas en que se ha tratado de superar estas diferencias:
    1. Negación de toda validez del Antiguo Testamento
    2. Alegorización de su contenido
    3. Establecimiento de una dicotomía entre lo permanentemente valido y lo caducado o inadmisible
Ninguna de estas tres salidas puede ser valida para el lector que acepta la inspiración y autoridad de las Escrituras.

Martínez señala algunos elementos que se deben tener en cuenta para la correcta comprensión e interpretación del AT; en mayor o menor medida esos elementos estarán contenidos en las siguientes líneas; sin embargo, esas apreciaciones estarán filtradas y en parte modificadas por apreciaciones personales frente al tema. Así pues algunos elementos a tener en cuenta son:

1. En el AT se encuentra la historia del pueblo de Israel; historia en la cual Dios se reveló constantemente, lo que hace que ésta no sea meramente historia sino, que en ella se entremezclen lo histórico y lo teológico. Dicho en otra manera, en el AT se tiene la historia del pueblo de Dios en relación con su Dios y el mundo circundante. También es importante señalar algunos elementos, entre otros, que hacen de la fe expresada en el AT una fe singular: a. Monoteísmo radical; b. Religiosidad ética; c. Concepción teológica de la historia.

2. La relación entre el AT y el NT es clave para una correcta interpretación de cualquiera de los dos. Pues no se puede violentar el principio de armonía de las Escrituras. La correcta interpretación no levanta contradicciones entre las partes de la Biblia, antes bien es iluminada por el resto de la misma. En este punto vale la pena remencionar el principio de “revelación progresiva”, es decir, la interpretación de una parte de la revelación debe ser entendida a la luz de la revelación posterior.

3. Discernimiento de elementos continuos y discontinuos. Es evidente que en el NT existe un ánimo de continuidad con el AT; sin embargo, no es menos evidente que en alguna manera ese AT es transformado profundamente y algunos de sus elementos caducan. Precisar que no continúa y que sí, es una tarea difícil que sólo puede ser realizada con un buen conocimiento de los dos testamentos.

4. Diversidad y limitaciones de las normas del AT
5. Fondo cristocéntrico del AT
6. Legitimidad y límites de la tipología

Todo esto se puede reducir a una norma muy clara:
“El interprete debe esforzarse por encontrar el mensaje que el autor veterotestamentario quiso comunicar a su audiencia original; luego debe revisar como ese mensaje es afectado por la revelación posterior, específicamente por el NT, para poder hacer una buena aplicación de dicho mensaje”.

Un último asunto acerca de la interpretación del AT es: a pesar de que en este apartado hemos tratado el AT como un todo, es necesario precisar que en él hay diversas formas literarias y que cada una de ellas merece una atención especial de parte del intérprete.

  1. Literatura “legal” del AT
Lecturas recomendadas:
FEE, Gordon; Stuart, Douglas. La ley: las estipulaciones del pacto para Israel. p. 133- 146. EN : La lectura eficaz de la Biblia. Miami : Vida, 1985. 224 p.

RAMIREZ, José E. Las leyes del Antiguo Testamento. p. 216-243 EN: Descubre la Biblia. Miami : Sociedades Bíblicas Unidas, 2005. 550 p.


¿Qué es?
Al hablar de la literatura legal se está haciendo referencia a lo que Jesús y contemporáneos conocían como la Ley. En el sentido amplio esta palabra se usaba para referirse a todo el AT[2]. Sin embargo, en un sentido más reducido al hablar de la Ley se estaba haciendo referencia a los primeros cinco libros de la Biblia. Curiosamente se incluye en este paquete el libro de Génesis que contiene material más de carácter narrativo que legal. Fee señala “…cuando se habla de la “Ley” en la Biblia, se habla de toda la información contenida entre Éxodo 20 y Deuteronomio 33”[3]. Por su parte Ramírez reduce mucho más el asunto: “… Estas leyes de la Torah han sido clasificadas por los especialistas  modernos en al menos tres distintas colecciones llamadas códigos… Estas son: el código de la alianza: Ex 20.23—23.33; el código deuteronómico: Dt 12—26; el código de santidad Lv 17—26”[4].

Así pues, se puede concluir que hay una tendencia a tomar como literatura legal sólo aquellas partes dentro del Pentateuco que son material jurídico, es decir, los mandamientos que se encuentran en la Torah.

¿Su relación con otros códigos jurídicos de la época?
Otro asunto interesante al estudiar la literatura legal del AT son sus sorprendentes paralelos con los códigos legales de sus vecinos, especialmente con el código de Hamurabi; sin embargo y a pesar de las grandes similitudes, también es preciso mencionar sus grandes diferencias, por ejemplo: en lo tocante a los extranjeros[5].

¿Por qué interpretar ese material?
Algunos cristianos podrían decir “qué importancia tiene interpretar esos códigos”, finalmente los creyentes no vivimos bajo la ley sino bajo la gracia”; pues bien, hay unas buenas razones para que los cristianos conozcan, comprendan e interpreten el material jurídico contenido en el AT:
a. Porque esos textos fueron y son Palabra de Dios, de no ser así tendríamos que eliminarlos de la Biblia; claro está, que esto no quiere decir que esos textos sean mandamientos de Dios para el cristiano.

b. En buena medida esos textos proveen el trasfondo necesario para una mejor y más correcta interpretación del NT. La Ley tuvo un sentido pedagógico que preparaba a Israel y en general al mundo para la venida del Señor Jesucristo. Por tanto, es imposible entender la persona y obra del Señor Jesucristo alejados de su inminente contexto judío-legal.

c. Los textos de la Ley revelan en una forma a Dios y su carácter, Dios es un Dios que no cambia, así pues, al conocer el Dios del AT se está conociendo al Dios del NT. La posterior mezcla del cristianismo con diversas filosofías occidentales logro nublar la imagen de Dios que se convirtió en un pálido reflejo del Dios de la Biblia.

d. A manera de desarrollo del inciso anterior, es necesario afirmar que en el AT se refleja una fe mucho más enraizada en este mundo. En muchas ocasiones el cristiano eleva demasiado su esperanza escatológica que logra olvidar su responsabilidad temporal en este mundo: vivir reflejando a Dios en esta vida. En este sentido el AT ayuda a comprender la fe, la santidad y otros asuntos como aspectos que se deben incorporar ya en la vida del creyente. El carácter práctico de la Ley puede servir como un buen manual para hallar principios para la vida en este mundo.

¿Cómo interpretar los textos legales?
Una vez se tienen en cuenta las apreciaciones hechas anteriormente, un material de gran ayuda e este respecto es la página 146 del libro de FEE y STUART[6].

Ejemplo: Deuteronomio 14.28-29

Para más ejemplos consúltense los libros citados en las lecturas recomendadas, ambos contienen un buen número de ellos.

  1. Pautas de Interpretación de las narraciones del AT
Lecturas recomendadas:
FEE, Gordon; STUART, Douglas. Las narraciones del Antiguo Testamento: su uso apropiado. p. 65—79. EN : La lectura eficaz de la Biblia. Miami : Vida, 1985. 224 p.

SANCHEZ, Edesio. Relatos bíblicos. p. 177-197 EN: Descubre la Biblia. Miami : Sociedades Bíblicas Unidas, 2005. 550 p.

MARTÍNEZ, J. M. Textos Narrativos. p. 261-291 EN: Hermenéutica Bíblica. Terrasa, Barcelona : CLIE, 1984. 586 p.

La semana pasada al terminar el tema de la interpretación del AT, se advirtió: “a pesar de que en este apartado hemos tratado el AT como un todo, es necesario precisar que en él hay diversas formas literarias y que cada una de ellas merece una atención especial de parte del intérprete”. De esta manera se señalo la importancia de tener en cuenta el tipo especial literatura del texto del AT que se desee interpreta para poder hacerlo de una manera idónea.

En el día de hoy se harán algunas precisiones que ayuden en la interpretación de ese género literario, tan común en el AT y NT, llamado “la narrativa”. Curiosamente la Biblia está escrita en una gran parte en narración. Esto debe hacer latente para el interprete cristiano un asunto: “la fe cristiana es una fe histórica”. El cristiano no descansa su fe sobre un montón de argumentos lógicos muy fácilmente comprobables por la razón, aunque los tiene (epístolas y ley), la fe cristiana es que Dios se reveló (actuó, se manifestó), en medio de la historia; de ahí le viene al cristiano la convicción de que si Dios se manifestó allá, lo está haciendo hoy. Pablo dijo: “Si Cristo no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe” 1 Co 15.14; según mi interpretación de Pablo, en este versículo es la realidad histórica de la resurrección la base firme sobre la cual se construye la fe. REVÍSESE también 1 Jn 1.2-3.

Así pues, se puede afirmar que ningún otro género literario se acomoda tan bien a este aspecto de la fe como lo hace la narración; por esta razón, demanda del intérprete todo su esfuerzo para una buena interpretación. De ahí, que ahora se enlisten los principios de interpretación que se hallan en tres fuentes:
A.    MARTÍNEZ. Subraya la importancia de que se tenga en mente, por parte del intérprete, la historicidad del texto. Muchos han querido desvirtuar la historicidad de la Biblia; sin embargo, esto se da, en parte, porque los criterios de historicidad que hay en este tiempo varían de los criterios de historicidad (o más bien, la forma en que se escribe la historia) de los autores bíblicos; es decir, lo que hacen estos autores es pedir que los autores de la Biblia escriban no según lo cánones de su época, sino según los cánones de esta época ¡Que absurdo!

B.    FEE (p. 70-71). Estos 10 principios que Fee trae a colación deben ser base fundamental en la interpretación de las narraciones; por tal motivo no se debatirán, ni se ampliarán aquí. Sin embargo, es necesario un par de asuntos:
a.    Afirmar rotundamente ese último principio que Fee dice: “En TODOS los casos, Dios es siempre el héroe de las narraciones bíblicas”. El personaje principal de toda y cada narración del AT no son los seres humanos es Dios. A pesar, de que del personaje humano se resalten sus características emocionales, religiosas, morales, etc. es Dios el personaje decisivo en cada historia.
b.    Pablo enseña: “… y estas cosas les sucedieron como ejemplo para nosotros” 1 Co 10.6 Así pues el interprete cristiano debe en el AT, especialmente en las narraciones, escenas que de alguna manera ejemplifican algo para el cristiano “sea bueno, o sea malo”.

C.   SANCHEZ. El valor más grande que se encuentra en este texto de Sánchez es que brinda un método de interpretación de las narraciones. Para este autor hay tres asuntos en los cuales el interprete se debe fijar: 1. Delimitación del texto y bosquejo del mismo; 2. Fijarse en los personajes; 3. Estilo.

  1. Pautas de interpretación de las profecías del AT
Lecturas recomendadas:
FEE, Gordon; STUART, Douglas. Los profetas: la imposición del pacto en Israel. p. 147—166. EN : La lectura eficaz de la Biblia. Miami : Vida, 1985. 224 p.

VOTH, Esteban. La literatura profética. p. 244-271 EN: Descubre la Biblia. Miami : Sociedades Bíblicas Unidas, 2005. 550 p.

MARTÍNEZ, J. M. Textos proféticos. p. 293-317 EN: Hermenéutica Bíblica. Terrasa, Barcelona : CLIE, 1984. 586 p.
Fee y Voth casi cuerdan en decirnos que los tres elementos hermenéuticos que debemos tener en cuenta para la interpretación de la literatura profética son:
1.    Contexto histórico general del libro y particular del texto.
2.    Delimitación adecuada del texto. Los libros de los profetas no son en su mayoría libros que contengan una idea general con todo el libro; lo que se debe hacer con ellos es fijarse bien en donde empieza un oráculo y donde termina, de esa manera se deduce  que el contexto literario de una profecía es el oráculo y no el libro.
3.    Reconocer la forma literaria. Al hablar de los profetas no estamos haciendo referencia a un solo asunto, más bien nos estamos refiriendo a diferentes tipos de personas. De la misma manera, al hablar de literatura profética no hay un solo tipo, sino que existen diferentes tipos de literatura profética por eso es importante distinguir la forma específica de profecía que estamos interpretando.
También es importante en cuanto la profecía tener en cuenta las siguientes advertencias:
1.    Debemos saber responder desde la Escritura ¿Qué es profecía?
2.    Debemos tener claro el papel de la predicción dentro de la profecía israelita.
3.    Debemos distinguir entre los diferentes tipos de profetas que encontramos en las Escrituras.
4.    Debemos conocer el banco común de temas que tratan los profetas.

  1. Pautas de interpretación de la poesía del AT
Lecturas recomendadas:
FEE, Gordon; STUART, Douglas. Los Salmos: oraciones de Israel y nuestras. p. 167—183. EN : La lectura eficaz de la Biblia. Miami : Vida, 1985. 224 p.

LEVORATTI, Armando. La poesía bíblica. p. 198-215. EN : Descubre la Biblia. Miami : Sociedades Bíblicas Unidas, 2005. 550 p.

MARTÍNEZ, J. M. Textos poéticos. p. 319-340. EN : Hermenéutica Bíblica. Terrasa, Barcelona : CLIE, 1984. 586 p.

Al hablar de escritura tenemos que decir que se puede hacer de dos maneras: prosa o poesía. La prosa consiste en expresar lo que se quiere comunicar de una manera directa usando el lenguaje que comúnmente se utiliza. Sin embargo, la poesía consiste en dar a la comunicación un carácter más elevado y expresarse de una manera más estructurada y delicada.

Los Escritores del Antiguo Testamento repetidamente acuden a este estilo de escribir para comunicar sus mensajes; comúnmente se cuentan entre los libros poéticos: Salmos y Cantar de los cantares. Sin embargo, casi en toso libro del AT encontramos algo de poesía, especialmente en los profetas. Levoratti acota: “el mensaje poético no puede comunicarse por un medio distinto del poema mismo.

Hay varios asuntos que debemos tener en cuenta a la hora de interpretar este tipo de literatura:
1.           Es importante conocer sus características literarias[7].
2.           La poesía hebrea se dirigía a la mente a través del corazón; por eso, sus palabras son intencionalmente emotivas.
3.           El vocabulario de la poesía es intencionalmente figurado; es decir, que se recurre constante e intencionalmente a las figuras literarias: hipérbole, símil, metáfora y otras.
4.           Al hablar específicamente de los Salmos es importante tener en cuenta el contexto cultural de cada salmo, esto en dos direcciones: asuntos culturales mencionados en el Salmo y uso que se le daba al Salmo estudiado en Israel.
5.           También en el libro de los Salmos es importante distinguir los diferentes tipos literarios que se usan en ellos. Los Salmos no son uniformes sino que son bien diferentes en sus formas. Para otras pautas de interpretación de los Salmos véase MARTÍNEZ p. 328-333
6.           Algunos de los Salmos con los que más cuidado debemos tener en nuestra interpretación y posterior aplicación son los Salmos imprecatorios.
7.           En cuanto a las interpretaciones acerca del libro de Cantares. Personalmente sólo acepto la interpretación literal o lírica del libro.

  1. Pautas de interpretación de la sabiduría del AT
Lecturas recomendadas:
FEE, Gordon; STUART, Douglas. La sabiduría: entonces y ahora. p. 185—202. EN : La lectura eficaz de la Biblia. Miami : Vida, 1985. 224 p.

SÁNCHEZ, Edesio. Literatura Sapiencial. p. 272-287. EN : Descubre la Biblia. Miami : Sociedades Bíblicas Unidas, 2005. 550 p.

MARTÍNEZ, J. M. Libros Sapienciales. p. 341-351. EN : Hermenéutica Bíblica. Terrasa, Barcelona : CLIE, 1984. 586 p.

Aunque es muy popular la división del AT que contempla los libros de Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y cantares como libros poéticos, la verdad es que esto no es del todo correcto. Cualquier persona que lee por primera vez el libro de Eclesiastés y luego lee un Salmo puede notar cuan diferentes son; además y últimas la finalidad de cada uno de los libros es bien diferentes. Así pues que esta primera clasificación lo que en verdad se está haciendo es clasificar bajo una sola categoría lo que en realidad son dos, poéticos: Salmos y Cantares, y sapienciales: Job, Proverbios y Eclesiastés.
La literatura sapiencial es una forma bien definida que trata de “orientar la vida práctica en consonancia con la fe, aplicando a las mil y una situaciones de la existencia humana las enseñanzas de la ley de Dios de modo que se asegure una vida dichosa, digna de ser vivida”[8].
Algunos asuntos que se deben tener en cuenta para la interpretación de estos libros son:
1.          Es preciso conocer el fenómeno sapiencial dentro de Israel; una breve introducción a este tema será de gran ayuda.
2.          Es necesario leer una buena introducción a cada uno de los libros que están compuestos en este género literario.
3.          Especialmente los libros de Job y Eclesiastés es importante no leerlos por pedazos; lo mejor es leerlos de una sola sentada.
4.          En cuanto al libro de Proverbios es importante reconocer su carácter de colección e ir por cada una de sus partes.
5.          Recordar que la sabiduría en Israel no es conocimiento teórico sino forma de vida.



APENDICE
Resumen capítulo 3[9]: Características de la poesía hebrea
El paso anterior a la traducción de la poesía es entender su sentido, para esto se hace necesario conocer la forma y los recursos poéticos pues son parte integral del sentido y ayudan a la comunicación del mensaje.
Uno de los recursos poéticos más importantes del hebreo bíblico es el paralelismo, este consiste en la semejanza gramatical, semántica o sonora de dos o más líneas. Robert Lowth identificó tres tipos de paralelismo: 1) sinónimo que consiste en dos líneas con sentido muy idéntico; 2) antitético que es el contraste de ideas en dos líneas; 3) sintético que consiste en que la segunda línea complementa y/o modifica la primera, dentro de este tipo, también, se reconoce el paralelismo progresivo que consiste en que la segunda línea expande la idea de primera. Esta clasificación de Lowth ha sido puesta en tela de juicio durante los últimos años debido a que a los estudiosos les resulta muy simple, por tal razón han señalado una gama más extensa de relaciones que pueden existir entra dos o más líneas paralelas de poesía hebrea.
La endíadis es otra figura que se ha reconocido ampliamente en la poesía hebrea; esta figura expresa una idea mediante un par de términos coordinados.
Una variante del paralelismo es la estructura quiástica que por no ser tan frecuente sobresale en el texto indicando el clímax del poema o algún aspecto de importancia. La estructura quiástica consiste en ordenar en dos líneas poéticas elementos semejantes pero en orden inverso.
La poesía hebrea contiene muchos ejemplos en los que se repiten líneas poéticas, a esto generalmente se le llama estribillos o ritornelos y pueden ocurrir después de una o varias líneas y pueden llegar a indicar el final de una unidad poética.
La inclusión es un recurso que se puede usar tanto en la prosa como en la poesía hebrea y se trata de una palabra o frase que se repite al principio y al final de una unidad literaria; sin embargo, hay oportunidades en las que no se repiten literalmente sino que se reproduce variantes que tienen el mismo significado y no necesariamente al principio y al final sino que están en la introducción y en la conclusión.
Los efectos sonoros son claves en la poesía y el hebreo tiene varios recursos a su disposición, varios de ellos son sólo perceptibles en una lectura del texto original.
Entre estos recursos sonoros se encuentran el acento, la sílaba y el metro que en ocasiones son piezas claves del paralelismo del que ya se habló. En hebreo mayormente las palabras tienen acento en la última sílaba y el patrón sonoro más común es de tres acentos en cada hemistiquio (3+3), pero este aunque es el más común no es el único patrón sino que se pueden distinguir otros.
Otros dos recursos sonoros importantes son la aliteración y la asonancia, el primero consiste en la reiteración de consonantes y en algunos casos son onomatopeyas; la asonancia es la repetición de sonidos vocálicos y cuando ocurre puede indicarnos alguna interrupción de importancia.
Ritmo y rima elementos típicos de la poesía española no lo son de la hebrea, sin embargo en algunas ocasiones se pueden encontrar uniendo dos oraciones con idea similar.
Un último recurso de sonido dominante de la poesía hebrea son los juegos de palabras que consisten en usar dos palabras de sonido o sentido semejante en un mismo contexto, se usan en sentido humorístico.
James Kugel propuso que los rasgos de la poesía hebrea se pueden encontrar igualmente en los demás géneros, así que los rasgos poéticos ya anotados y los que se anotarán no son exclusivos de la poesía sino de la literatura hebrea en general.
El hebreo, como todos los idiomas, hace uso de figuras del lenguaje como la metáfora, el símil, la personificación, los antropomorfismos, la sinécdoque y la metonimia, y ante la presencia de estas figuras es necesario reconocerlas y darles la debida importancia y manejo que cada una implica.
Algunos otros recursos estilísticos que se deben tener en cuenta en hebreo son preguntas retóricas, preguntas pedagógicas, hipérbole, ironía, sarcasmo, y repetición de un término; todos estos recursos están para enriquecer el texto y en la medida en que se comprendan se puede comprender mejor el mensaje del texto.
Un último recurso literario es el cambio de persona gramatical en medio de un texto; este tiene diferentes funciones: puede ser un indicador de estructura que señala el principio, el final o el punto culminante de un poema y puede comunicar toda una variedad de sentimientos y actitudes.
Algo más que se debe tener en cuenta en la poesía puede son las unidades literarias que a saber son dos: la estrofa, conjunto reducido de líneas poéticas, y la estanza que es un conjunto de estrofas. Estas unidades poéticas pueden distinguirse por el uso de varios de los diversos recursos literarios señalados anteriormente.
Hay algo a lo que se le llama licencia poética y tiene que ver con la desviación intencional que hace un autor de un uso común de algún elemento en su composición. Este recurso lo usa el poeta para expresar su mensaje de manera más contundente y emotiva de forma que llama la atención del lector por la irrupción.




[1] MARTÍNEZ. p. 237 - 239
[2] FEE. p. 133
[3] FEE. p. 133
[4] RAMÍREZ. p. 216-217
[5] RAMIREZ. p. 220-221
[6] FEE
[7] Véase el apéndice.
[8] MARTÍNEZ, p. 341.
[9] ZOGBO, Lynell. WENDLAND, Ernst. La poesía del Antiguo Testamento: pautas para su traducción. Miami : SBU, 1989. 226 pág.